No era necesario hacer este proceso de agradecido
recuerdo para darte las gracias, no era necesario. Esa palabra siempre estuvo
en mi boca hacia ti.
En cualquier caso, me ha permitido plasmar y leerles a
otras personas cosas que durante todo este tiempo no dejan de pulular por mi
cabeza. Parece que intentaran salir como puyitas abriéndose camino entre mis
sesos…
Decir GRACIAS sería suficiente, lo sabes, pero quiero
desmenuzar esa palabra hasta hacerla añicos.
Te doy las gracias por cada momento vivido junto a ti.
Por haber sido mi maestro, mi guía para tantas cosas. Fuiste, eres, mi primer y
único amor. Contigo descubrí lo que era estar enamorada, lo que era el buen
sexo, lo que era crear una familia…gracias por ello.
Te agradezco cada beso que me diste de forma furtiva
mientras yo dormía y tú tenías uno de esos interminables insomnios.
Te doy las gracias por las veces que dijiste que lo único
que querías era que yo fuese feliz. Te honro por ello y prometo serlo, no
ahora, ni quizás mañana, pero si más adelante, cuando esta tormenta pase y los
nubarrones me dejen ver la luz.
Te doy las gracias por los amigos que hicimos juntos,
ellos también te echan tanto de menos…!.
Te doy las gracias por cada regalo material que me
hiciste porque sabías que era algo que me iba a gustar, sorprender o ilusionar.
El anillo siempre lo llevo puesto, junto con la alianza, esa que nos prestaron
para la ceremonia, que nunca usé, pero que ahora tengo la necesidad de llevarla
siempre conmigo.
Te agradezco cada vez que me quitaste la preocupación
después de mis problemas en el trabajo diciendo que “el dinero sólo es dinero”.
Cuanto me ha servido esa creencia desde entonces!.
Te agradezco cada momento de cuidado que tuviste durante
mi enfermedad, cómo me diste fuerza, cómo mostrabas alegría y optimismo aunque
se que en el fondo estabas muerto de miedo.
Te doy las gracias por cada momento de ánimo que me has
dado cada vez que estaba triste o preocupada.
Gracias por los días de playa sin playa. Por tus comidas,
mientras que los demás disfrutábamos del mar y la arena.
Gracias por los libros que has leído, por tus
recomendaciones, por tu sabiduría.
Gracias por las mañanitas de sábado, de sol, libro y
terraza.
Ahora que no te tengo físicamente, te agradezco la
fuerza, la energía, el AMOR que me transmites en cada momento del día, de la
noche…GRACIAS!.
(Fotografía de Eikoh-Hosoe)