Hace algunos años murió lamentablemente una de las
mejores amigas de mi hija. Una niña.
En el funeral con los que habían sido sus compañeros de
colegio y algunas madres y padres que tenían más contacto con la familia, su
hermana, algo mayor, y sus padres, dieron una lección de entereza.
Se “inventaron” una
historia. Nos contaron que había emprendido un largo viaje a África. Era un
viaje que llevaba tiemplo planeando.
En África haría lo que más le gustaba, estudiar
la flora y la fauna de la zona y hacer grandes descubrimientos.
No estéis tristes, no lloréis, nos decían, está haciendo
lo que más le gusta. El único problema es que no podrá volver porque tiene
tantas cosas que hacer allí…
Ahora pienso si esa era una historia inventada o si
realmente es auténtica.
¿A dónde van los que no están?.
Budapest era el sitio que acababas de descubrir y al que
tenías ganas de volver.
Conmigo.
Pero algo precipitó tu marcha.
Seguramente, tienes tanto trabajo…