Por enésima vez he tenido que disculparme ante el
cirujano plástico diciendo que no quiero parecer frívola.
Si tienes tetas pequeñas y aun así hay espacio para la
enfermedad, ¿me pueden explicar qué hay de malo en intentar sacarle rédito a lo
que me está pasando?.
Pero si ya estás curada, ¿que más quieres?. Pues mire
doctor, quiero tener una tallita más, preferiblemente que sean iguales e
incluso recuperar mi pezón.
¿Tan difícil es entender que la verdadera sanación, la
sanción completa llega cuando cada una de nosotras sentimos que así ha sido?.
Y es que sanar es diferente a curar. Como dice la doctora
Chistiane Northrup, en su libro, “Cuerpo de mujer. Sabiduría de mujer”, la
curación es el restablecimiento del funcionamiento físico, mientras que la
sanación solo se consigue cuando logramos reponer las piezas que nos faltan, ya
sean emocionales o físicas.
Mi amiga Mara León lleva más de un año, a través de su “Proyecto
730”, reivindicando que la sanidad de prioridad a la reconstrucción mamaria
después del cáncer de mama. 730 días es la media que tienen que esperar las
mujeres para que esa reconstrucción sea posible.
Y es que, mujeres
que pasamos por una experiencia como esta, solo podremos comenzar a sanar
nuestra vida cuando comencemos a valorar nuestro cuerpo, honrarlo y respetarlo
en lugar de sentirnos victimas de él.
¿Señor doctor, todavía cree que soy una frívola?.